Aprendiendo a programar, cambiamos el mundo

Queda clara la evolución de la sociedad en estos últimos años, pero de todos es sabido que la educación no lo hace al mismo ritmo. Nace así la iniciativa “One Hour code” la cual trata de introducir a los niños en la programación informática desde cero, sin conocimientos previos, de una manera amena y divertida, para favorecer el desarrollo de las competencias digitales. 

Desde su origen, organizada por Code.org, trata de acercar a todas las personas, incluyendo a los colectivos minoritarios y a las mujeres al mundo de la programación y la computación, buscando una igualdad real en oportunidades, acordes con los modelos productivos que llegarán en un futuro cada vez más presente.

Esta iniciativa, que ya se ha convertido en el evento educativo más importante del mundo, propone tutoriales y retos cada vez más complejos, para que los alumnos vayan creando distintos programas para ir explorando las distintas posibilidades que el código ofrece, desde la creación de apps, para móviles y tablets, pequeñas animaciones para crear historias o cuentos, crear sus propios juegos, donde los personajes pueden interactuar entre ellos y con diversos objetos, hasta la creación de páginas web en HTML o CSS.

Tener conocimientos en computación, mejora además las habilidades en la resolución de problemas, y potencia de manera significativa la creatividad a todos los niveles. Este proyecto está pensado y adaptado a todas las edades y a todos los niveles de conocimiento, desde la educación infantil, hasta la universitaria, además pueden unirse a el, aficionados que quieran simplemente acercarse al fascinante mundo de la programación.

En la actualidad son más de 43 Millones de alumnos, los que se han animado a aprender código con esta iniciativa, lo que va ayudando a que cada vez existan más personas interesados en la creación de contenido. Empresas como Mine Craft, Microbit, Apple, Microsoft, Roobot… colaboran con este proyecto, lo que asegura su permanencia tanto en el tiempo como a lo largo y ancho de todo el planeta.

Robótica, apps, Webs, asistentes virtuales, inteligencia artificial, conducción autónoma, y todo lo que se nos pueda llegar a ocurrir, inevitablemente tiene que pasar por esta revolución, donde el código juega un papel imprescindible y omnipresente en cada uno de los objetos que manejamos cotidianamente. Estos elementos, cada vez más forman parte de nuestra vida hasta hacerse imprescindibles, para limpiar la casa, velar por nuestra seguridad y nuestra salud, organizar nuestro tiempo, o simplemente facilitandonos los procesos de búsqueda y compra de productos más o menos cotidianos.

Cuanto antes empecemos con esta formación, antes perderemos el miedo a esta revolución actual que cambiará de manera significativa las opciones laborales. Está claro que el mundo laboral dará un giro de tuerca, con lo que tendremos que dotar a nuestros jóvenes de las herramientas necesarias para poder integrarse en este nuevo modelo que se avecina.

Las tareas repetitivas y monótonas, darán paso a mecanismos automatizados autónomos que únicamente necesitarán programación y mantenimiento. Mano de obra especializada que requerirá menor esfuerzo físico y más capacidad creativa a la hora de resolver problemas, reduciendo así los costes, y mejorando la calidad de vida de las personas.

Aprender a programar nos ayuda a dar sentido al mundo que nos rodea en constante cambio, a conocer mejor cómo funciona la tecnología y a desarrollar capacidades y competencias que nos permitan explorar ideas nuevas e innovar. 

Francisco Belchi. Pedagogo y logopeda. Director de Gatea
www.gatea.es