El sendero natural que une la pedanía de Mahoya con el paraje de El Cajer, en el municipio de Abanilla, nos guía por un entorno de contrastes como la vegetación, a veces densa y otras no, paredes cortadas que dan paso a zonas más abiertas y típicas del sureste español, antiguas estructuras hidráulicas y caseríos abandonados, así como otros valores naturales, paisajísticos y culturales que te invitamos a descubrir.
ITINERARIO
EL MOLINO DEL CHICAMO
Desde tiempos inmemoriales, los abanilleros han aprovechado las aguas del Río Chícamo, principalmente para el riego, aunque también se ha hecho uso de ellas para la molienda, a través de molinos hidráulicos; e incluso para generar electricidad. Se edificó alrededor del año 1844, cercano al nacimiento del río, en Macisvenda. Disponía de dos cubos, a diferencia del resto de molinos en esta zona que contaban sólo con uno. Unos trescientos metros más arriba, se construyó un azud para captar el agua de la cabecera y conducirla hasta el molino a través de una acequia.
La Comunidad de Regantes de la Huerta de Abajo y Sahués, propietaria del antiguo molino hidráulico del Chícamo, ha rehabilitado este lugar con ayudas del Plan Leader de la UE, como CENTRO DE INTERPRETACIÓN y CENTRO DE ACOGIDA Y FORMACIÓN, los cuales permitirían a escolares, docentes y científicos, disponer de un espacio donde formar y analizar la cultura del agua y el medio ambiente, además de recuperar un lugar de interés turístico para la zona.
DE PASEO POR EL RÍO CHÍCAMO
La senda parte de la ermita de la Santa Cruz, en la Huerta de Mahoya, introduciéndose hacia el interior de la misma por el camino del Molino. A unos 500 m del punto de inicio, giramos a la izquierda, tomando el camino del Bayá, pudiendo disfrutar de un paisaje de huerta tradicional donde reina la palmera datilera (Phoenix dactylifera) con su majestuosidad y belleza. Llegamos al cauce del Río Chícamo a través de la antigua carretera RM-412, entre el viejo y el nuevo puente de Mahoya, y unos 500 metros más arriba nos adentramos en el paraje de Sahués. Una vez cruzamos la RM-A9 y dejamos a nuestra izquierda la almazara tradicional del Llano de Sahués, actualmente en uso, llegaremos de nuevo al cauce del Chícamo. Al llegar a este punto, antes de seguir cauce arriba, tenemos la opción de desviarnos y visitar “el partidor de las aguas”, antigua caseta donde se dividen las aguas del Chícamo para el riego de la Huerta de Abajo y Sahués. Una vez retomamos la marcha, será el cauce quien guíe nuestro camino, pasando primero bajo el acueducto de Sahués y más tarde dejando el azud del Partidor a nuestra izquierda hasta llegar a una pinada. En este lugar, el agua del Chícamo pasa de su cauce natural a la red de acequías que conduce el agua hasta El Partidor. Continuando nuestro recorrido, veremos un abrevadero situado bajo un antiguo caserón, así como varias casas-cueva abundantes por la zona. Más adelante, nuestro recorrido nos llevará a cruzar la vaguada de la carretera, junto a las casas de La Umbría, siguiendo cauce arriba. En pocos metros, podremos contemplar los restos de la antigua fábrica de la luz donde el túnel de salida del agua aún está visible y, en breve, encontraremos la presa que existe en la entrada del cañón de El Cajer, un desfiladero de alto valor geológico formado por conglomerados calcáreos propios de ambientes de ribera y donde llega el punto final de nuestro paseo.
HOY ES EL RÍO CHÍCAMO PERO ANTES …
El Chícamo, afluente del Segura en su margen izquierda, presenta unos 54 km de longitud, aunque sólo es en unos 5 kms, a partir de su nacimiento, donde se puede observar agua de forma permanente. Nace en la pedanía de Macisvenda y discurre por diferentes parajes, dependiendo por las rocas y suelos por los que pasa. Uno de los enclaves más singulares y llamativos son los cortados de El Cajer, paredes de hasta 40 metros de altura y con tramos de tan sólo 2 metros de ancho. Estas paredes dejan ver claramente la historia del lugar, ya que muchos años atrás, toda la zona era un antiguo mar, los restos de animales marinos que se encuentran en los conglomerados de las paredes lo confirman, así como los colores grises y amarillos intercalados que presentan los depósitos que arrastraban antiguas tormentas. Además, se sabe que era un mar de clima cálido por los pequeños fósiles de arrecifes encontrados también en la zona. En el año 2000 se publicó el acuerdo del Consejo de Gobierno sobre la designación de los Lugares de Importancia Comunitaria en la Región de Murcia, el Río Chícamo es uno de ellos (LIC ES6200028) con una extensión aproximada de 420,35 Ha, distribuidas a lo largo de unos 12 kilómetros.
PAISAJE LUNAR – BAD LANDS
Una sucesión de surcos, cárcavas y barrancos, sin apenas vegetación, aparecen como consecuencia de la acción erosiva del agua y el viento sobre unos terrenos frágiles y débiles (margas, yesos y arcillas) que han dado lugar a este singular paisaje lunar. Pese a que la aridez es extrema, éste es un espacio donde habitan especies de flora tan apreciadas como las tapeneras (Capparis spinosa) o el esparto (Stipa tenacísima), y es posible descubrir aves como el abejaruco (Merops apiaster) o el camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus), así como ver correr al largarto ocelado (Timon lepidus), entre otros animales.
RECOMENDACIONES
Para más información de las visitas guiadas concertadas para grupos al C.I. Molino del Chícamo o por el Río Chícamo, consultar con la Oficina de Turismo de Abanilla, Tel.: 968 684 075 Email: turismo@abanilla.es
CÓMO LLEGAR
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