Las Gredas de Bolnuevo, monumento natural, es uno de los ejemplos más representativos de erosión diferencial o alveolar que alberga una abundante colección de restos fósiles.
En la época del Plioceno (5,3 millones de años) tuvo lugar un acontecimiento que determinaría el devenir de la morfología del litoral mediterráneo: la formación del Estrecho de Gibraltar, que permitió que el mar Mediterráneo dejase de ser una laguna salada de reducidas dimensiones. En apenas dos años esta apertura al océano Atlántico permitió la entrada de aguas que elevaron el nivel del mar y ocuparon espacios hasta entonces apartados del mar, fenómeno conocido como “trasgresión marina”- afectando al lugar en el que se ubican las Gredas de Bolnuevo.
Al quedar cubiertos estos espacios por el mar, las corrientes marinas arrastraban y depositaban diversos materiales (margas, limos, areniscas y gravas) que se fueron sedimentando y compactando hasta crear una plataforma marina, que se corresponde con los materiales amarillentos visibles hoy día.
Las Gredas de Bolnuevo son un relieve sometido a continua transformación. Su perfil ha sufrido un desgaste por la acción erosiva del viento y el agua, pero este no ha sido uniforme debido a que sus materiales presentan distintos niveles de resistencia.
Este relieve está compuesto de una alternancia de materiales finos, como las margas arenosas, también conocidas como gredas amarillas, y las areniscas, así como otros más gruesos como los conglomerados. Los sedimentos de areniscas presentan abundantes fósiles de fauna marina, en cambio en los estratos de greda, hay millones de microfósiles.
La acción de la tectónica y la erosión diferencial han configurado este singular paisaje en el que se identifican los siguientes procesos y accidentes geográficos:
OBSERVACIONES
Declarado Monumento Natural de la Región de Murcia el 21 de marzo de 2019.
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